Y como dice la canción.. voy a callarme porque es Sábado, pues ya es Sábado y aquí estoy, tomando prestadas las yemas de otros dedos que no son míos, con total confianza, ciega casi, sin ningún tipo de duda o de errático enigma, y respirando una esencia que me hace sentir calmado, casi en armonía exacta con el principio de mi mismo, ese que encontré al final de mi recientemente.
Puesto que aquí donde estoy, y ahora cuando estoy, el mundo gira sobre si mismo a su velocidad adecuada, media luna ilumina media vida, el mar ruge como antes, el viento extiende sus rumores por los balcones y las azoteas pintadas de sueño, de silencio y de descanso merecido.
Y a mi cuerpo, a mi alma, a mi voluntad y mi carácter, le llegan sensaciones de quietud, de bienestar, y de ganas de dejar que todo ese conjunto de cosas hagan en mi, lo que hacen ahora, que no de prisas, pues las prisas solo proveen al corazón de incertidumbre y a la mente de pensamientos vacíos de razón.
Hoy ha sido un día sorprendentemente gratificante, y tiene una conclusión realmente cálida, llena de inconsciente dulzura, de ternura humana y de buenas, muy buenas vibraciones.
Me siento parte de algo puro por primera vez en muchas vidas. No se qué es.
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